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lunes, 14 de noviembre de 2011

CADENAS MUSCULARES Y TEJIDO FASCIAL

Hubo un médico francés en 1975 que se puso a investigar el tejido fascial, observó que el alineamiento de las fibras de las fascias provocaba que tras un golpe se produjera un acortamiento de las fascias que llegaba hasta la otra punta del cuerpo, produciendo dolores en estas zonas más distales.

Si una persona tiene un dolor en el hombro y nosotros le masajeamos ahí, este notará un alivio momentáneo y superficial, pero al día siguiente cuando exista la isquemia nocturna y el enfriamiento, el tejido muscular y tendinoso volverá a su posición y el dolor de nuevo sobrevendrá. Esto es porque en las zonas profundas el tejido fascial sigue retorcido, guarda la memoria de la retracción del impacto tirando hacia zonas más distales. El sujeto estará otra vez igual y tendrá que ir a otro terapeuta.

Es como las técnicas de cadenas musculares de Messier (1780) y otros autores, que no son más que las cadenas longitudinales de fascias, de tendón, de músculo, de túnicas, que cuando tiras de una punta se produce efecto en la otra punta. Simplemente le han puesto diferentes nombres a este hecho de cadenas musculares, que no es más que la maravillosa unidad y entrelazado de todas las fascias que actúan y son una misma pieza.

Hasta que no hemos llegado a la época de la electrónica, gracias a los microscopios digitales, no hemos podido ver la estructura interna de las fascias, que es muy parecida a la muscular.

Todas las fascias como todo el músculo están huecos en su interior y esto quiere decir que algo está circulando por su interior. Algunos conductos llevan sangre, otros llevan linfa y un descubrimiento reciente nos dice que en algunos de los conductos se ha encontrado líquido cefalorraquídeo. Anteriormente se creía que este líquido sólo se encontraba en la cabeza y en la columna vertebral, funcionando como una bomba hidrostática. Este líquido es un material muy especializado, pues está en contacto con el sistema nervioso y tiene la función de alimentar a todo el organismo. Se encuentra en todas las partes del cuerpo, en menor cantidad en las partes más distales del cuerpo.

Dependiendo del PH de este líquido van a depender las funciones motoras y sensitivas de la persona. Cualquier desequilibrio de éste líquido que está en contacto con el cerebro y el sistema nervioso periférico, puede provocar muchas patologías.

Cuando tuvimos la oportunidad de observar que las fascias interconectan con todo el cuerpo, hubo osteópatas y quiroprácticos que observaron que estas fascias dan forma al cuerpo humano. Empezaron a estudiar como daban forma al perímetro humano y observaron los diferentes diafragmas que existían: diafragma pélvico, torácico bajo, torácico alto, cervical y craneal. Estos diafragmas están hechos para mantener la estructura morfológica externa del cuerpo. Es como tener muchos hilos longitudinales y según ponemos y apretamos uno hilos transversales dan forma al perímetro del cuerpo, en la cintura más estrecho y en el tórax más ancho.


La calidad de transmisión de la información del tejido fascial longitudinal depende de cómo están las tensiones recíprocas del tejido fascial transversal que forman los diafragmas del cuerpo humano. Por lo tanto una de las técnicas cráneo-sacrales es devolver la movilidad a estos diafragmas.

Si queremos que la transmisión de la información por vía fascial y neurológica sea correcta desde la cabeza hasta los pies y desde los pies a la cabeza, tenemos que devolver la total movilidad a estos diafragmas. En muchos casos esto no sucede y suele haber fallos en alguno de estos diafragmas y las respuestas neuro-vegetativas están atascadas.


Muchas personas tienen algún trauma psíquico o físico en algunos de estos diafragmas. Esto afecta a toda la funcionalidad y fisiología de los órganos que se encuentran en ese diafragma. Si es el diafragma de la pelvis, estará afectando a todo el aparato reproductor, con sus consecuentes patologías. Si afecta al diafragma torácico estará afectando a las funciones respiratorias, la respiración correcta debe de ser el perfecto equilibrio entre oxígeno y anhídrido carbónico. Si fallara el diafragma torácico alto estaría afectando a todas las patologías de origen circulatorio cefálico, una mala circulación hacia la cabeza, una mala nutrición cerebral. Si se ve afectado el diafragma cervical las patologías tendrán que ver con la deglución, comunicación y expresión. Si se ve afectado el diafragma craneal es la suma de todas las anteriores más las relacionadas con la central que es el cerebro. Un cortocircuito aquí en el cerebro es de lo más importante, pues de aquí se gobierna todo el organismo.